Lo ordenó el juez Saúl Errandonea por pedido de la propia fiscal Andrea Gómez. Trascendió que en las próximas horas se solicitaría la detención de otras personas vinculadas al crimen del pasado lunes.
Los dos jóvenes que estaban detenidos acusados de matar a Luis Mansilla (19) el lunes pasado tras una persecución por barrios del suroeste de Mar del Plata quedaron en libertad al comprobarse que no eran los que iban en la motocicleta desde la cual se efectuaron los disparos.
El juez Saúl Errandonea, por pedido de la propia fiscal Andrea Gómez, firmó la orden para que las autoridades de la cárcel de Batán dejen libres a Agustín Opychanyy (20) y Leonardo Duhalde (20).
En tanto, trascendió que en las próximas horas se librarían nuevas órdenes de detención basadas en las nuevas declaraciones que se incorporaron a la causa y que fueron las mismas que permitieron esclarecer la situación de Opychanyy (alias Gordo Melman) y Duhalde (alias el Huevito o El hijo del Huevo).
Mansilla fue asesinado de un disparo en la cabeza en la tarde del pasado lunes cuando iba a bordo de un Peugeot 308 conducido por si primo de 18 años. Además de ellos dos también iban otros tres jóvenes, quienes habían ido hasta la casa de Opychanyy a reclamarle la devolución de una motocicleta Honda Tornado que le habían robado en un sector del barrio Florencio Sánchez.
En ese contexto, desde el automóvil se realizaron disparos contra la casa de Opychanyy y fue entonces cuando, tras escapar en el Peugeot, los jóvenes empezaron a ser perseguidos por esa misma motocicleta robada. La persecución se extendió por los barrios Las Heras, Florencio Sánchez y San Martín hasta que los disparos desde la motocicleta dieron en el vehículo y uno de ellos en la cabeza de Mansilla, quien murió poco después al ser ingresado en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA).
La hipótesis inicial de la fiscal Gómez basada en testimonios de los amigos y familiares de Mansilla se orientó hacia Opychanyy y Duhalde. Por ese motivo fue que ordenaron los allanamientos a sus domicilios y las detenciones. Ambos permanecieron prófugos algunas horas hasta que se entregaron.
Al profundizar la investigación se descubrió una trama de conflictos entre jóvenes por el recurrente uso de motocicletas robadas. Según se desprende de la causa, el grupo de Mansilla fue a reclamar la Tornado porque un par de horas antes se la había robado el grupo de Opychanny. Sin embargo, este robo se habría producido en venganza por una moto robada el fin de semana.
Cuando los dos detenidos declararon ante la fiscal aseguraron que ellos no iban en la motocicleta y que no habían sido los que habían disparado contra el Peugeot 308. Sí que eran parte de los conflictos, pero que ellos no eran los asesinos. De hecho, Duhalde señaló que en esa segunda secuencia de la confrontación el día lunes (la primera fue el robo de la Tornado) él estaba en una casa y que tenía testigos. La propia familia de Mansilla lo supo poco después.
También Opychanyy reconoció el ámbito en el que se maneja, pero rechazó ser uno de los asesinos y sus dichos, como los de Duhalde, pudieron corroborarse.